Nos encanta ir a la playa o a la piscina, pero ¿Qué pasa cuando la exposición al sol es tan prolongada que de ser una diversión se convierte en una calamidad? No te preocupes, para cada problema en nuestra piel hay una solución.
Primero hay que entender que exponerse al sol jamás es una opción, ni para broncearse, ni para divertirse, pero como a todos nos encanta la playa o la piscina sobre todo si tenemos niños pequeños o estamos de viaje, creo que es un tema imposible de evitar. En este caso es importantísimo la hidratación durante toda la jornada solar, tomar mucho agua te ayudara a hidratarte y a disminuir el riesgo de daños mayores a la piel, pero, el protagonista en este caso siempre será el protector solar, por eso jamás salgas de casa sin el, y mientras estés exponiéndote al sol por mucho tiempo, no olvides reforzarlo cada dos horas.
Ahora bien, si no tomaste estas precauciones y tu piel se ha visto afectada por la exposición prolongada al sol ¿Qué debes hacer?
• Para evitar cicatrices es importante que en el caso de la aparición de ampollas, jamás las revientes, ya que estas mismas pueden causar una grave infección y por supuesto dejar marcas.
• Al regresar a casa, debes tomar una ducha a temperatura ambiente, evita los baños con agua caliente o helada.
• No frotes tu piel con una toalla, si tienes una tela de ceda para secar seria perfecto
• No usar jabón en la zona afectada
• Compra en la farmacia de tu preferencia una crema con hidrocortisona
• Evita a toda costa exponerte nuevamente al sol
• Toma abundante agua ya que esto ayudara a disminuir la inflamación